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- enero 2, 2022
- Sin comentarios
Bienvenidos de nuevo a mi blog.
Empezamos año nuevo y, aprovechando que tengo unos días libres, he querido dedicar un tiempo a crear esta entrada de blog, ya que fue un pedazo de viaje y no quería dejarlo en el olvido. En ella os muestro el que fue mi primer viaje fotográfico como tal.
Fue en Junio del pasado año a Somiedo, un parque natural de Asturias que hace frontera con León. Es una zona de montaña espectacular de la que posiblemente hayáis oído hablar por los avistamientos de la gran cantidad de osos que hay por la zona. Ya os adelanto que no vimos ninguno, pero por lo que hablamos con los lugareños, ganas nos quedaron de volver en su busca, quien sabe si en un próximo viaje.
Allí quedé con mi compañero Gabriel, al que conocí en un taller fotográfico en Cantabria con Pablo Ruiz. Así que nada, para allá que nos fuimos. Fue un fin de semana completo de buenas pateadas, buenas zampadas y estupendos paisajes, lo que no sé si en mi caso de buenas fotos. Vosotros diréis!
Ya desde el primer día las piernas trabajaron de lindo, yo llegue el viernes y no pude quedarme en el hotel, ya tuve que ir a explorar por ahí un poquito y ya me hice unos kilómetros, luego llegó Gabriel y ya nos fuimos a la zona de el lago que da nombre a esa zona, Valle de Lago.
Éste es el resultado del paseo del día, casi 23km y 650m de desnivel, lo justo para hacer hambre para la cena… y que cena! como buen gallego, Gabriel trajo unas empanadas de escándalo.
De camino al lago fuimos parando a hacer alguna foto, como siempre pasa, que te gusta tanto lo que ves que no sabes ni donde parar ni hacia donde disparar… Aquí la luz era durísima, pero he querido recuperarla lo mejor posible para que veáis lo mágico del entorno, con la cabaña de teito típica de la zona y las montañas enormes envolviéndolo todo.
Una vez llegamos a la zona del lago, nos dedicamos a subir por las laderas buscando encuadres para lo que prometía ser un atardecer espectacular. Nosotros desde allí así lo vivimos, y aprovechamos el momento para sacar fotos con angular y teleobjetivo, como ésta foto a continuación.
Una vez ubicados en un saliente con unas vistas inconmensurables (como diría un gallego que pasaba por allí) me dediqué a hacer varias panorámicas con la mala suerte (mala técnica, ya depurada) de que ninguna de ellas la conseguí hacer bien y tuve bastantes problemas de cosido en ellas. Menos mal que también me dediqué a hacer algún robado…
Os voy a mostrar una foto de ese momento vivido pero no es una foto que valga para nada, tiene muchos fallos, lo único que no quería quedarme sin enseñaros lo espectacular del atardecer que vivimos. Las montañas rodeadas de nubes bajas y un poquito de color del atardecer… Es una panorámica de 33 fotos y aún así se queda corta para mostrar la pasada de sitio que es aquel.
Una vez oscurece vamos de vuelta al hotelito mientras buscamos encuadres para el amanecer del día siguiente. Ésta noche no dedicamos el tiempo más que a cenar y a dormir, ni fotos nocturnas, ni edición ni nada.
Al día siguiente nos levantamos bien temprano para ir andando a mitad del valle, a las 5 y media empezamos a caminar hacia nuestro destino fotográfico.. El día anterior vimos una cabaña de teito al lado del camino que quedaría genial como protagonista. Éste es el resumen del paseo, 6km y 100m de desnivel, lo justo para ir haciendo boca para el desayuno.
En esta ubicación hice mil y una fotos a todo lo que nos rodeaba, con el teleobjetivo a las montañas del fondo, con el angular a la cabaña y, como no, un robado! Ahí está mi compañero Gabriel sacándole jugo al teito y a todo lo que pillaba. Como veis, el amanecer tuvo su toque de color… y nosotros encantados!
Y como no, una panorámica de 360° para que veais lo espectacular del lugar. La altura de las montañas que nos rodean hacen que el primer momento de luz que reciben sus picos al amanecer sea una chulada.
Fijaos en las montañas que están al fondo a la izquierda del teito, con el camino que serpentea hacia el lago; es una estampa que nada tiene que envidiar a las que se ven de Suiza.
En la siguiente foto veréis esa zona fotografiada desde el mismo punto desde donde hice la panorámica anterior, en este caso con el teleobjetivo y ya habiendo avanzado más el amanecer.
Llegados a este punto de la mañana decidimos regresar al hotel, estamos sin desayunar y nos queda el resto del día para explorar la zona de los lagos de Saliencia. Nos espera un día con una buen paseo por delante, lo mejor para estirar las piernas tras los 22km de ayer. Hoy ya llevamos 6km y éste es el resumen de la segunda ruta del día.
Como veis, el día amaneció prácticamente despejado, pero la previsión nos decía que se iría nublando, por lo que decidimos ir hasta el punto más lejano de la ruta a hacer fotos al Valle de Lago desde la cima, para luego ir volviendo y parando a hacer fotos al resto de lagos que hay por Saliencia. La decisión fue de los más acertada ya que, como veréis en las fotos de los lagos, las nubes empezaron a cubrirlo todo y nos impidieron tener unas buenas vistas de todo lo que nos rodeaba.
Aquí tenéis una panorámica de 36 fotos que muestra el lago, las montañas a la izquierda que hacen de frontera con León y el valle de origen glaciar por el que nos movemos estos días, Valle de Lago. ¿Veis el caminito que va por el valle hacia el lago? es el camino que se ve en las fotos anteriores del amanecer pero desde una altura de 1900m, todo un espectáculo para la vista. Y pensar que sobre ese camino se movía lento pero sin pausa un glaciar, erosionando todo a su paso dando esa forma de U al valle, hace miles de años…. antes si que hacía frio!
Llegados a éste punto, y tras una buena parada a comer aprovechando las vistas y la temperatura ideal del momento, volvemos a la zona de los lagos de Saliencia. Como os comentaba, la previsión del tiempo daba nubes y a esas alturas significa que nos quedamos sin vistas.
Aquí tenéis una foto del lago Calabazosa, el mayor de los lagos de Saliencia.
Ya volviendo al coche paramos a sacarle unas fotos al Lago de la Cueva. En ellas no se aprecian los montañones del fondo, una pena porque son tremendos, de un color rojo de oxido de hierro que contrasta con los verdes de la zona y quedan genial en la foto.
Y ya por último, a unos metros del coche me encuentro con este momento curioso, unos jinetes que han subido el Alto de la Farrapona desde la zona leonesa y continúan hacia a saber dónde.
Resumen del día: 21km de paseos y 1000m de desnivel positivo, sumados a los del día anterior hacen un total de 43km y 1700m de desnivel en dos días. Tenemos que aprovechar bien el fin de semana que a mi me queda a 4h y media de mi casa, por lo que a saber cuando podré volver!
Nos queda el domingo por delante para hacer una ruta estirapiernas, comer y volver para casa, así que a las 9 de la mañana nos ponemos en marcha. Hoy vamos a ir en otra dirección a conocer otra parte de la zona por la que nos movemos. En esta ocasión vamos a ver las Brañas de Sousas, un paseíto fácil en el que nos adentramos en otra zona espectacular de Somiedo.
Amanece tras una noche de lluvias que nos dejan unas estampas únicas de nieblas y brumas mientras nos dirigimos a la montaña. El tiempo nos acompaña y va despejando según avanza el día, regalándonos unos momentos para la vista memorables. Parece que el lugar quiere dejarnos buen recuerdo del fin de semana y hace lo posible por que nos queden ganas de volver en otra ocasión.
Aquí tenéis la Peña Furada entre las nieblas de la mañana.
Otro robado a mi compañero de fatigas, que está exprimiendo el lugar sin descanso (sin descanso para sus tarjetas de memoria!). Lo cierto es que podríamos estar parando cada 50 metros porque el sitio es increíble.
Continuamos caminando dirección a la Braña de Sousas y justo antes de llegar, donde ya se dejan ver las cabañas de teito en el lado izquierdo del camino, nos encontramos con éste descampado con el riachuelo que da nombre a la braña (o viceversa, quien sabe…) y que está pidiendo panorámica a gritos. Así que nada, manos a la obra, panorámica HDR de 90 fotos ni más ni menos, con polarizador para sacar todo el color rojo del óxido de hierro del riachuelo.
Todavía se aprecian algunas nieblas que rodean al Pico Muñón, una de las montañas que hacen frontera con León. Nosotros estamos a 1500m de altura y se ven imponentes a nuestro alrededor. Y llamativas, tanto es así que una vez terminamos de hacer las fotos en la braña nos subimos al Alto Muñón a pisar tierras leonesas y admirar las vistas del lugar.
Ahí tiré de teleobjetivo para sacar la primera parte del pueblo Valle de Lago según llegas de Pola de Somiedo, la parte del embalse. Como podéis ver en la parte izquierda de la foto, esa peña con tonos óxido es la Peña Furada que os he mostrado antes con las nieblas y su característico agujero o furao, lo que pasa que desde estas alturas se queda pequeña y parece una montañita cualquiera.
Aquí tenéis un nuevo robado, claro que sí. El compañero buscando el mejor encuadre atacando desde todos los ángulos a su alcance.
Por último os muestro un par de las tantísimas fotos que hice en la braña. La primera una foto de una de las cabañas del lugar, con su tejado con aislante natural a base de plantas silvestres.
La segunda, panorámica HDR de 360º de 84 fotografías con la cabaña más graciosa como protagonista, con ese peinado verde que lleva.
Y tal y como dije en la anterior entrada de blog, con ésta foto doy por finalizada la crónica de esta escapada que nos supo a gloria. Si juntas buena compañía con buen tiempo en un sitio como éste, el éxito está asegurado.
Espero que os haya entretenido la lectura tanto como a mi redactarla.
¡Un saludo y gracias por haber llegado hasta aquí!
